jueves, julio 09, 2009

La compañía

La gente de la compañía bananera acabó formando una ong que trabaja en energías renovables en la selva nicaragüense. Dijeron que los del ministerio de educación, con quienes lidian a menudo, son unos borrachos. Que del clima no se pueden quejar. Que toman cerveza los fines de semana. Es caribe, un pueblo. Joven, francés, salvaje... cómo decirle que no. Maduro, sudado, impresentable. Seria, francesa, eficiente. Promesas de extranjeros y locales, de lenguas desconocidas, de conflictos interétnicos y comunales, de analfabetismo y traslados en canoa por el río. Cómo decirles que no!

En cambio, acá, el de la compañía de teatro, el del traje y corte hitleriano llevado al extremo del ridículo, dijo que no, que no se puede filmar en un teatro y allí comenzó la odisea.

El bar árabe duró tres días, el argentino menos.
Un par de pruebas,
un par de entrevistas,
ocho kilos al descenso,
una alergia como nunca en tu vida,
una ópera en la calle,
otra en el Royal National Opera House Theatre
y un puñal en el pecho cada día

los mejores cantantes
una caminata en la calle, al lado del río
las lucecitas en los árboles
y en la vuelta al mundo gigante
una amiga
se agradece la compañía

de pronto a la puerta
golpearon un día
él, con su mochila
lo único que tenía
cómo no enamorarse
-para mí es tan fácil-
promesas que duran todavía
ganas de no separarse
de escuchar su música todo el día
o patear la pelota en el parque
en compañía

Qué ganas de escribir que tenía!
Pero no encontraba el tiempo o la ansiedad se interponía.
Y comenzaba a escribir cuando a la calle salía.
Cada paso cien palabras que fluían.
Conozco Londres caminando, pero Inglaterra también camina. Londres se ha ido a Rusia, luego irá a China y a India. Lo veré a la vuelta, en América Latina. Y cuando acabe la gira volveré a Argentina a escribir cuentos, historias y poesía, verdades y mentiras.
Los extraño como siempre o, mejor, como nunca. Hubo un extrañar corporal y desesperado el año pasado, hasta orgías hubiera organizado. Pero ahora tengo ciertas compañías que me alegran el día, y nada es tan duro como sería. Y tengo un buen plan, que me mantiene viva!

De todos modos, se extrana la compañía.