viernes, febrero 10, 2006

Un sentido pájaro

Con las manos sobre sus piernas, arrodillada en el piso, sola, luego de ahondar un momento en su resignación, levantó la vista y observó la ciudad con un aire examinador con el que jamás la había mirado. Dudó. Dudó acerca de si se trataba de la misma ciudad, o era ella misma quien había cambiado tanto. Volvió bruscamente la cabeza hacia la puerta en tanto un pájaro que nunca vio se posaba en su balcón. ¿Alguien había llamado o era su permanente agitación mental que se presentaba ahora en la forma del sonido de una llamada? Ignoró el llamado de la puerta o la señal de su mente y en un nuevo movimiento brusco dirigió nuevamente su mirada a la ciudad. El pájaro ya no estaba, y algo se veía distinto. Tal vez había presentido la presencia del animal, tal vez éste había estado allí desde el principio y ella notaba ahora su ausencia en la forma de una percepción bizarra, tal vez había oído su aleteo inconscientemente, tal vez un fugaz halo en el espacio dejó ver en retrospectiva la presencia del animal. Un sentido aun no clasificado.